Una piedra en el camino.

     Se detuvo al primer atisbo de infiernos personales; tristezas que no aparecerán en los anales de la historia, que perecerán disecados en húmedos pañuelos por aquellas lágrimas que erosionan de su mente los malos recuerdos; y se dejó caer.
   
    Cuando consiguió cesar su llanto, por un instante asomó su mirada al abismo de sus zapatos sin decidirse a agarrarlos con fuerza, sobrecogerse y reanudar su desaliento, su empañado sollozo o cambiar el rumbo de sus pensamientos, erguirse de un impulso, realzar su inundado rostro y seguir su camino. Ahora sí, sin mirar atrás, pero sin olvidar la senda que hasta aquel instante de su vida había andado y desandado como aguja en manos de un principiante.
   
    Al fin, rompió amistades con el dolor aunque las cicatrices de su piel servían de recuerdo para sus próximas e inciertas aventuras.

¡MUCHAS FELICIDADES!

La gente aprovecha para reflexionar cuando llega el día de su cumpleaños, yo por llevar la contraria lo hago cuando los cumplen mis familiares y amigos mas cercanos; sin ir más lejos el otro día tuve uno de esos momentos de reflexión, el cumpleaños de M. ; una amiga, un ejemplo a seguir en muchos momentos de mi vida, mi asistente de moda, una personalidad sin tapujos ni complejos.

La conozco desde pequeño, somos amigos desde siempre y no recuerdo ninguna discusión entre nosotros; pero si recuerdo sus primeros cumpleaños en su garaje, un semidesnudo masculino un día de San Valentín, cuando conocí a Cosa, todavía la recuerdo disfrazada de Virgen María en el colegio, sus frases de adolescente como " comprate un bosque y piérdete en el " o la mítica " mientes con todos tu dientes ", aquellos días en la playa, el zoo de Barcelona, la escapada el Moncayo, sus efímeras temporadas de fumadora, aquellas clases de matemáticas, como no aquel verano cojo de apasionante lectura...

Son ya 19 años de amistad, muchos recuerdos en común y sobretodo mil gracias que darte.

¡MUCHAS FELICIDADES M! 

Todo es pleonasmo.

Cuando las palabras sobran y el aliento falta, cuando el corazón se acelera y el tiempo se para; no hables, no respires, cierra los ojos y siente, que todo se mueve alrededor pero el centro del huracán está tranquilo.